jueves, 25 de agosto de 2016

Poesia en Gallego.

 

La poesía en Gallego.
 
     La poesía gallega durante el franquismo arranca varios años después del fin de la guerra. Este paréntesis temporal supone que, cuando la publicación empieza a regularizarse, lleguen a coincidir temporalmente, cuando menos, varios grupos de escritores generacionalmente heterogéneos.
Aparecen así, en la década de los cincuenta, cuatro líneas o tendencias principales que dominan el panorama poético hasta bien entrado el periodo democrático y que, de alguna manera, se articulan entre sí:
  • En primer lugar, es posible identificar a un primer conjunto de poetas que ya estaban activos durante la Segunda República y que escriben fuertemente influidos por la tragedia bélica; conocidos, en ocasiones, bajo el membrete de generación de 1936, se trata de escritores como Fermín Bouza Brey, Luís Pimentel (uno de los considerados más relevantes), Aquilino Iglesia Alvariño, Luís Amado Carballo, Ricardo Carballo Calero y, sobre todo, Álvaro Cunqueiro. Se trata de los últimos herederos de la tradición galleguista que va de las Irmandades da Fala hasta la actividad del Grupo Nós, y que posibilitan de alguna manera la aparición del Partido Galeguista en 1931. Su cultura procede, por tanto, de la Segunda República, y son dinamizadores de la cultura gallega.
Hay también, paralelamente, escritores con un estilo más conservador, continuistas de modelos como el neotrovadorismo (Xosé María Álvarez Blázquez) y el imaginismo; y otros, seguidores de un clasicismo formal y de una vena intimista como María Mariño e, incluso, con un matiz religioso en el caso de Xosé Díaz Castro.
  • En segundo lugar, se inicia el cultivo de una poesía de tipo social, directamente vinculada a la situación histórica del momento ante la que los escritores reaccionan de forma individual. La figura más destacada es Celso Emilio Ferreiro.
  • Al lado de los anteriores, se inicia también la trayectoria de un grupo de poetas que se conocen, convencionalmente, con el membrete de Promoción de enlace.
     A diferencia de los anteriores, caracteriza a estos autores su autodidactismo, al madurar en plena dictadura y, por tanto, aislados de la cultura europea del momento. Además, son escritores en los que abunda la producción en español y solo muy esporádicamente frecuentan el uso del gallego. Se trata, pues, de una promoción que funciona como apéndice de los anteriores y que, al tiempo, abre camino a los siguientes.
Los poetas más destacables de este grupo son Luz Pozo Garza, Antón Tovar y Manuel Cuña Novás.
  • En cuarto lugar, está la que sería la primera generación de poetas propiamente de posguerra. Desconocedores de la vivencia directa de la guerra, son también los primeros que pueden aproximarse a Europa y al ámbito de libertades que esta representaba, tanto en lo que toca a la expresión como a la sexualidad y otros aspectos. Se caracterizan también por un uso exclusivo del gallego y por un claro compromiso político con el marxismo y el nacionalismo.
      En tanto acontecimiento que sirvió para crear una cierta conciencia de grupo, las restauradas en 1953 Festas Minervais dieron a la postre nombre a esta generación, denominada históricamente como de las Festas Minervais.
Las características de su producción poética son el hermetismo, en lo formal, y el pesimismo, la angustia y el tenebrismo, en lo temático.
Además de las Festas Minervais, otros elementos sirvieron para crear cierta conciencia de grupo entre estos escritores; se puede señalar, especialmente, el llamado grupo Brais Pinto. Se trataba de un grupo de universitarios influidos por el movimiento beatnik y con intereses multidisciplinares, que abarcaban desde lo plástico hasta la labor editorial. Dos poetas que militaron en el grupo fueron Xosé Luís Méndez Ferrín y Bernardino Graña.
En general, la trayectoria poética de esta generación das Festas Minervais va de lo existencial e intimista al compromiso con la realidad inmediata, generando una corriente socialrrealista que es iniciada por Manuel María en Documentos personaes (1958) y que se prolonga hasta finales de los setenta, contribuyendo también a ella Bernardino Graña.
 
      Otros autores, Uxío Novoneyra y Antón Avilés de Taramancos, desarrollaron trayectorias muy personales vinculadas a elementos concretos de sus respectivas biografías (problemas de salud, en el primero de los casos, y la emigración, en el segundo); Xohana Torres, por su parte, trabajó la simbología paisajística y temporal en varias de sus obras.
 
Poesía lírica.

     La poesía medieval en gallego es exclusivamente lírica (no hay, pues, poesía narrativa del tipo de la poesía épica castellana aunque las Cantigas de Santa María no dejen de ser narraciones versificadas); está dedicada al canto y poseía acompañamiento musical.
Se distinguen dos tradiciones: una profana (conocida como lírica gallego-portuguesa) y otra religiosa, materializada en las Cantigas de Santa María.
El ámbito cronológico de esta poesía abarca el período que va desde finales del siglo XII hasta la segunda mitad del XIV y la autoría corresponde a unos 153 autores.

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