La
poesía en Gallego.
La poesía gallega durante
el franquismo arranca varios años después del fin de la guerra. Este paréntesis
temporal supone que, cuando la publicación empieza a regularizarse, lleguen a
coincidir temporalmente, cuando menos, varios grupos de escritores
generacionalmente heterogéneos.
Aparecen así, en la
década de los cincuenta, cuatro líneas o tendencias principales que dominan el
panorama poético hasta bien entrado el periodo democrático y que, de alguna
manera, se articulan entre sí:
- En primer lugar, es posible identificar a un
primer conjunto de poetas que ya estaban activos durante
la Segunda República
y que escriben fuertemente influidos por la tragedia bélica; conocidos, en
ocasiones, bajo el membrete de generación de 1936, se trata de
escritores como Fermín Bouza Brey, Luís Pimentel (uno de los considerados
más relevantes), Aquilino Iglesia Alvariño, Luís Amado Carballo, Ricardo
Carballo Calero y, sobre todo, Álvaro Cunqueiro. Se trata de los últimos
herederos de la tradición galleguista que va de las Irmandades da Fala
hasta la actividad del Grupo Nós, y que posibilitan de alguna manera la
aparición del Partido Galeguista en 1931. Su cultura procede, por tanto,
de la Segunda
República , y son dinamizadores de la cultura gallega.
Hay también, paralelamente, escritores con un estilo más
conservador, continuistas de modelos como el neotrovadorismo (Xosé María
Álvarez Blázquez) y el imaginismo; y otros, seguidores de un clasicismo
formal y de una vena intimista como María Mariño e, incluso, con un matiz
religioso en el caso de Xosé Díaz Castro.
- En segundo lugar, se inicia el cultivo de una
poesía de tipo social, directamente vinculada a la situación histórica del
momento ante la que los escritores reaccionan de forma individual. La
figura más destacada es Celso Emilio Ferreiro.
- Al lado de los anteriores, se inicia también
la trayectoria de un grupo de poetas que se conocen, convencionalmente,
con el membrete de Promoción de enlace.
A diferencia de los anteriores, caracteriza a estos
autores su autodidactismo, al madurar en plena dictadura y, por tanto, aislados
de la cultura europea del momento. Además, son escritores en los que abunda la
producción en español y solo muy esporádicamente frecuentan el uso del gallego.
Se trata, pues, de una promoción que funciona como apéndice de los anteriores y
que, al tiempo, abre camino a los siguientes.
Los poetas más destacables de este grupo son Luz Pozo
Garza, Antón Tovar y Manuel Cuña Novás.
- En cuarto lugar, está la que sería la primera
generación de poetas propiamente de posguerra. Desconocedores de la
vivencia directa de la guerra, son también los primeros que pueden
aproximarse a Europa y al ámbito de libertades que esta representaba,
tanto en lo que toca a la expresión como a la sexualidad y otros aspectos.
Se caracterizan también por un uso exclusivo del gallego y por un claro
compromiso político con el marxismo y el nacionalismo.
En tanto acontecimiento que sirvió para crear una cierta
conciencia de grupo, las restauradas en 1953 Festas Minervais dieron a
la postre nombre a esta generación, denominada históricamente como de las
Festas Minervais.
Las características de su producción poética son el hermetismo,
en lo formal, y el pesimismo, la angustia y el tenebrismo, en lo temático.
Además de las Festas Minervais, otros elementos
sirvieron para crear cierta conciencia de grupo entre estos escritores; se
puede señalar, especialmente, el llamado grupo Brais Pinto.
Se trataba de un grupo de universitarios influidos por el movimiento beatnik
y con intereses multidisciplinares, que abarcaban desde lo plástico hasta la
labor editorial. Dos poetas que militaron en el grupo fueron Xosé Luís Méndez
Ferrín y Bernardino Graña.
En general, la trayectoria poética de esta generación das
Festas Minervais va de lo existencial e intimista al compromiso con la
realidad inmediata, generando una corriente socialrrealista que es iniciada por
Manuel María en Documentos personaes (1958) y que se prolonga hasta
finales de los setenta, contribuyendo también a ella Bernardino Graña.
Otros autores, Uxío
Novoneyra y Antón Avilés de Taramancos, desarrollaron trayectorias muy
personales vinculadas a elementos concretos de sus respectivas biografías
(problemas de salud, en el primero de los casos, y la emigración, en el
segundo); Xohana Torres, por su parte, trabajó la simbología paisajística y
temporal en varias de sus obras.
Poesía lírica.
La poesía medieval en gallego es exclusivamente lírica (no hay, pues, poesía narrativa del tipo de la poesía épica castellana aunque las Cantigas de Santa María no dejen de ser narraciones versificadas); está dedicada al canto y poseía acompañamiento musical.Se distinguen dos tradiciones: una profana (conocida como lírica gallego-portuguesa) y otra religiosa, materializada en las Cantigas de Santa María.
El ámbito cronológico de esta poesía abarca el período que va desde finales del siglo XII hasta la segunda mitad del XIV y la autoría corresponde a unos 153 autores.
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