jueves, 25 de agosto de 2016

Dante,Petrarca,Boaccio.


Presencia de los Tres Grandes Escritores Italianos del Trescientos en la Literatura Renacentista Española.

Dante
Dante es un autor que era muy leído por los literatos españoles. Pongamos por ejemplo al Marqués de Santillana que en su El Infierno de los Enamorados refleja notoriamente su lectura de El Infierno de Dante, concretamente se percibe la influencia del Canto V. Por poner otro ejemplo, citemos a Juan de Mena, cuyo tema central de su más famosa obra - La Rueda de la Fortuna - coincide con uno de los temas dantescos más característicos.

 También podemos citar a Alfonso Álvarez de Villasandino como autor que se aferra a la tradición de la imitación de Dante, quien, a su vez imitó a Virgilio. Juan de Mena también puede establecerse en esta línea alegórica dantesca.

El tema del corazón de la amada y del poeta es un protagonista común a Dante y a Garcilaso, e incluso a Petrarca.

    Para Dante autor, en La Divina Comedia, vivir es tomar partido, es decir, que físicamente vivieron lo que no vivió de ellos fue su alma. Al señalar que estas almas están desnudas significa que están expuestas a todo el sufrimiento. En su vida terrenal el tomar decisiones hubiese significado sufrir, pero sufrir por un motivo o circunstancia. Los tábanos y avispas que pican las almas son símbolo de todos aquellos incentivos que se les presentaron en la vida y ellos los dejaron pasar. De sus heridas se desprende sangre que se mezcla con lágrimas y caen al suelo que es devorada por gusanos al caer. Es decir que ahora su sufrimiento ni siquiera sirve para alimentar la tierra. Aquel que se juega por sus ideales participa en la vida, de tal modo que ésta tiene un significado.

Petrarca
El tema del amor no correspondido se ve también en grandes escritores españoles de la talla de Garcilaso de la Vega. De hecho hay muchos puntos de conexión entre la Laura petrarquista e Isabel Freire, de Garcilaso. El amor platónico que siente Garcilaso por Isabel Freire viene a se la misma concepción amorosa del amor que siente Petrarca por Laura. El poeta se entrega totalmente al amor, llegando a perder la conciencia de su propia identidad, deseando incluso el rechazo de la dama para poder recuperarla. El enmarcamiento del amor en una determinada naturaleza que es protagonista es otro tema importante, primero en Petrarca y luego en Garcilaso. La idea de soledad expresada a través del río es otro tema común. El llanto, el corazón, los ojos y los cabellos son los elementos más importantes de la amada que destacan tanto Petrarca como Garcilaso. Todas las consideraciones que Garcilaso tomó de la literatura italiana (soneto, canción, lira...) continuaron después posteriormente en otros autores como por ejemplo San Juan de la Cruz. Garcilaso ensaya de forma más brillante que Boscán los metros petrarquistas, con un sello personal inimitable, que recrea los paisajes bucólicos y pastoriles.

Diego Hurtado de Mendoza, por ejemplo, también se atiene a esta tradición del amor platónico tan petrarquista. Son dignos de mención también autores como por ejemplo Quevedo, Cervantes y algunos pertenecientes al grupo del 27 como Rafael Alberti quien también hace una alusión directa a esta tradición en sus obras.

Pero, pese a la gran cantidad de seguidores que tiene, Petrarca no triunfa en España hasta el siglo XVI. Aunque ya en el siglo XV se ve, por ejemplo en el Marqués de Santillana la adaptation del endecasílabo al español.
 
Bocaccio.
    Bocaccio es el autor más imitado y adaptado por los autores del Siglo de Oro, y no sólo por su Decamerón. En la Literatura española nos encontramos con numerosas obras que hacen referencia al Decamerón. En El Lazarillo de Tormes, por ejemplo, hallamos muchas similitudes con la obra de Bocaccio anteriormente citada. En Lope de Vega también se vislumbra esa influencia de Bocaccio. En las Novelas Ejemplares de Cervantes es fácil observar que éste fue un fervoroso lector de Bocaccio adoptando incluso la misma estructura del Decamerón.

 Vemos una imitación de Bocaccio en Góngora, en Corbacho, en el Arcipreste de Talavera, en Tirso de Molina, en El Lazarillo de Tormes...

 Los temas más imitados son:
  • La resignación de la mujer
  • Las virtudes de la protagonista femenina: humildad, obediencia, amor filial...
  • Los rasgos físicos de la figura de la protagonista femenina.
  • La belleza como una cualidad característica, tema puesto de relieve sobre todo en el Decamerón, y, posteriormente en Lope de Vega.
  • Visión de la mujer como perfecta esposa, perfecta hija y perfecta señora.
Tanto la imitación del marco espacio-temporal como la imitación de las características de la protagonista son rasgos comunes a las dos literaturas, pero nunca se puede hablar de plagio.

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