Los reyes accedieron al trono de Castilla tras la Guerra de Sucesión Castellana (1475-1479) contra los partidarios de la princesa Juana la Beltraneja, hija del rey Enrique IV de Castilla. En 1479 Fernando heredó el trono de Aragón al morir su padre, el rey Juan II de Aragón. Isabel y Fernando reinaron juntos hasta la muerte de ella en 1504. Entonces Fernando quedó únicamente como rey de Aragón, pasando Castilla a su hija Juana, apodada "la Loca", y a su marido Felipe de Austria, apodado "el Hermoso", Archiduque de Austria, duque de Borgoña y conde de Flandes. Sin embargo Fernando no renunció a controlar Castilla y, tras morir Felipe en 1506 y ser declarada Juana incapaz, consiguió ser nombrado regente del reino hasta su muerte en 1516.
La historiografía española considera el reinado de los Reyes Católicos como la transición de la Edad Media a la Edad Moderna. Con su enlace matrimonial se unieron provisionalmente, en la dinastía de los Trastámara, dos coronas: la Corona de Castilla y la Corona de Aragón dando nacimiento a la Monarquía Hispánica y, apoyados por las ciudades y la pequeña nobleza, establecieron una monarquía fuerte frente a las apetencias de poder de eclesiásticos y nobles. Con la conquista del Reino nazarí de Granada, del Reino de Navarra, de Canarias, de Melilla y de otras plazas africanas consiguieron la unión territorial bajo una sola corona de la totalidad de los territorios que hoy forman España —exceptuando Ceuta y Olivenza que entonces pertenecían a Portugal—, que se caracterizó por ser personal, ya que se mantuvieron las soberanías, normas e instituciones propias de cada reino y corona.
Los Reyes establecieron una política exterior común marcada por los enlaces matrimoniales con varias familias reales de Europa que resultaron en la hegemonía de los Habsburgo durante los siglos XVI y XVII.
Por otra parte, el descubrimiento de América, en 1492, modificó profundamente la historia mundial.
Literatura.
En el campo de las letras representan esta primera apertura de la Edad Media a los nuevos días del Renacimiento:Poesía.
En poesía, a la que pertenecen la mayor parte de las obras literarias, se pueden clasificar tres grupos: épica, lírica y satírica. La épica se divide en popular y culta. En la épica popular destaca el Romancero, que mantiene las características apuntadas en la Edad Media. En la épica culta destaca Juan de Mena y el Marqués de Santillana.- En la lírica destacan dos corrientes:
- La Escuela alegórico-dantesca, representada por:
- El micer Francisco Imperial,
- Íñigo López de Mendoza, Marqués de Santillana, que intenta introducir el petrarquismo del soneto (italianizante),
- Diego de Burgos, su secretario y criado del anterior y poeta también,
- Juan de Mena, que introduce con su Laberinto de Fortuna el gran poema alegórico a la manera de Dante Alighieri y compone su Omero romançado o Sumas de la Ilíada de Homero (h.1442-1444), prosificación en 36 capítulos de la Ilias -versión latina de la Ilíada-, por encargo de Juan II.
- Dentro de la lírica cancioneril, destacan como prerrenacentistas:
- Gómez Manrique
- Jorge Manrique.
- La Escuela alegórico-dantesca, representada por:
Prosa.
En prosa hay que destacar dos clases de obras: novela y didáctica. En el primer caso está Diego de San Pedro, con Cárcel de Amor, de carácter simbólico, y en parte misógino o antifeminista. En el segundo, el Arcipreste de Talavera, con el Corbacho o Reprobación del amor mundano, obra mucho más antifeminista que la anterior, en la que se enseña cómo son las características psicológicas de los diversos tipos de hombres, juntamente con la falsedad del amor en los hombres; y Fernán Pérez de Guzmán, con obras de carácter histórico.En el terreno de la prosa, son ya humanistas:
- Alfonso de Cartagena,
- Alfonso de Palencia
- Enrique de Villena, que prosificó y glosó la Divina Commedia de Dante (1427) y la Eneida (h. 1428) de Virgilio para el Marqués de Santillana.
- Alfonso Martínez de Toledo da cabida a la lengua de la calle en sus textos
- Los biógrafos Fernán Pérez de Guzmán y Hernando del Pulgar entre otros muchos confieren gran importancia al hombre y a sus méritos sobre la tierra siguiendo el modelo de Plutarco, utilizando ya una prosa nítida y equilibrada sin excesivos cultismos.
- La Celestina de Fernando de Rojas viene a ser la culminación de este periodo de prosa prerrenacentista, todavía con afectaciones latinizantes, sin embargo, frente a la limpia prosa y verso ya equilibrados, castizos y plenamente renacentistas de, por ejemplo, Hernando del Pulgar o Jorge Manrique.
- Garci Rodríguez de Montalvo y su Amadís de Gaula (1508), el primer y mejor de los libros de caballerías, viene a revitalizar el arquetipo medieval del caballero.
- Diego de Sampedro, con su novela sentimental Cárcel de amor (1492), lleva a su culminación y a su fin el amor cortés medieval.
Teatro.
En el teatro destacan escritores como:- Juan de Fermoselle, más conocido como Juan del Encina, también gran poeta,
- Gil Vicente, dramaturgo portugués destacado por sus obras en castellano y reconocido como compartidor con Juan del Encina de la paternidad del teatro español.
- Lucas Fernández, como del Encina, autor de églogas.
- También fue dramaturgo Gómez Manrique, evolución sobre el Auto de los Reyes Magos y el teatro religioso medieval
Principales Poetas.
(1440-1479) .Se ignora mucho de su vida, pero existen datos importantes sobre ella. Fue oriundo de Paredes de Nava; hijo del conde de Paredes, don Rodrigo Manrique, y de doña Mencía de Figueroa.
A pesar que su vida fue corta, la vivió intensamente. Fue señor de Belmontejo, miembro de
Álvarez Gato, Juan (1433-1509).
Poeta español de origen converso, nacido en Madrid (ca. 1433-
De
él dijo Gómez Manrique que "fablaba perlas y plata". Su obra poética,
toda dentro del arte menor y dentro del estilo de la lírica cancioneril, está
formada por 104 composiciones. Las primeras tienen por tema el amor profano;
las piezas devotas ocupan la última mitad del mismo, y con frecuencia
incorporan coplas y estribillos populares a veces adaptados "a lo
divino". También, según Marcelino Menéndez Pelayo, "elevó la sátira a
la dignidad de función social".2 Sus obras se han conservado a través de
un códice de la Real Academia
de la Historia
y a través de los poemas recogidos en el Cancionero general de Hernando del
Castillo. Escribió además doce cartas en prosa de tono ascético y se le
atribuye la Vida
del arzobispo de Granada, Fray Hernando de Talavera.
Por otra parte, sus contribuciones literarias fueron de gran importancia; tal es el caso de "Representación del nacimiento de nuestro señor" y de la "Canción a la concepción de Nuestra Señora", piezas ambas que lo ubicaron como uno de los pioneros del género dramático castellano, y de su poesía, donde encontramos títulos como "A una dama que iba cubierta", "Con la beldad me prendistes" y "Canción para callar al niño". Al leer a Manrique, nos encontramos con un lenguaje propio del siglo XV, que resulta ajeno y difícil de digerir a simple vista; sin embargo, el valor artístico de estos escritos merece el esfuerzo y la investigación para poder apreciarlos y mantener viva esta porción tan importante de la historia de la literatura. Otras de sus composiciones son "Lamentaciones de amor", "Coplas morales a Don Diego Arias" y "Batalla de amores", todas incluidas en el extenso y variado Cancionero que dedicó al Conde de Benavente.
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