miércoles, 24 de agosto de 2016

Literatura Visigotica


Escritura visigótica


      Letras del alfabeto en minúsculas y mayúsculas de la escritura visigótica.
Por encima y debajo alguna de sus variantes (nota: J, Ñ y U aún no existían).

      La escritura visigótica (es incorrecto denominarla 'escritura visigoda') es un tipo de escritura medieval que, aunque se originó en la última etapa de la Hispania visigoda, no adquiere su canon hasta el siglo viii en un contexto histórico diferente al reino visigodo de Toledo. La época de desarrollo y florecimiento de esta forma gráfica se produce en los reinos cristianos de la península durante los primeros siglos de la Reconquista. En la Edad Media y en la Edad Moderna se conocía como littera toletana o littera mozarabica (letra toledana o mozárabe).

    Este tipo de escritura se usó entre los siglos viii y xii en la península ibérica y en la provincia eclesiástica de la Septimania, localizada en el sur de la actual Francia. A pesar de su nombre, se desarrolló a partir de la evolución de la cursiva romana, uncial y semiuncial romanas, gestándose sobre una escritura de transición entre la romana y la visigótica propiamente dicha, conocida como visigótica primitiva o visigótica primera, que aparece en pizarras visgodas datadas a partir del siglo v, pero que no adquiere su canon hasta el siglo viii. Por tanto, aunque se denomine escritura visigótica, el periodo de su mayor uso y desarrollo no pertenece a la Hispania de los visigodos, sino a los primeros siglos de la Reconquista.

      A diferencia de otros pueblos bárbaros, los visigodos poseyeron una escritura propia, el alfabeto ulfilano, que estaba limitada a usos litúrgicos y no estaba difundida socialmente. Pero pronto tuvieron que adoptar los usos romanos, abandonando el arrianismo, convirtiéndose a la fe católica, y adoptando el latín y la escritura latina. No obstante, durante la mayor parte del reino visigodo existió una continuidad gráfica con el mundo romano, ya que se siguieron utilizando las escrituras del Bajo Imperio (uncial, semiuncial y minúscula cursiva) para copiar libros y para los documentos de la administración del reino. Los primeros testimonios de una escritura diferente a las grafías romanas se encuentran en las pizarras visigodas desde el siglo v.

     La escritura visigótica presenta dos variantes gráficas principales: visigótica redonda, de trazo pausado y cuidadoso, y visigótica cursiva, de trazo rápido. Se diferencian también las modalidades: elongata (dentro de la variante cursiva) derivada de la escritura de cancillería merovingia; la semicursiva, caracterizada por mezclar formas propias de la variante cursiva y redonda; y visigótica redonda de transición, denominada así por la gran influencia de elementos propios de la nueva escritura continental que vendrá a sustituirla (carolina). También presenta unas características particulares dependiendo de la zona geográfica del centro de producción documental: son las denominadas variantes regionales. Así se diferencian la visigótica asturleonesa, mozárabe, portuguesa, catalana, septimana o narbonesa, riojana, navarra o pirenaica.

    La influencia de la escritura carolina, nacida en época de Carlomagno y difundida por Europa occidental durante el imperio carolingio, significó el abandono de este sistema gráfico, permaneciendo como residuo en algunos ambientes eclesiásticos conservadores de Galicia, Asturias, León o Cantabria en el siglo xii, y quedando ligada a los textos religiosos de los mozárabes toledanos, quienes siguieron utilizando dicha escritura tradicional en los siglos xii, xiii y xiv.El cambio de la liturgia visigoda por la liturgia romana en el siglo xi fue un factor determinante en la desaparición de la escritura visigótica.

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